jueves, 16 de junio de 2011

Retorno al Pasado

Sorprende que los medios madrileños aviven las esperanzas de su público. Es verdad que Cesc es lo más parecido a la solución para el Real Madrid. Ya vengan Agüero, Neymar o Maicon, el Madrid tendrá que salir con once. Cualquier incorporación aportará mucho, pero poco más que aquel al que siente. Y, aunque los acompañantes de Xabi Alonso son de primer nivel, ninguno le adelanta el trabajo a los de arriba: ni les prepara el contraataque, ni les evita perder tiempo en un control, por no hablar de regalarles algún gol.


¿Alguien cree que Pedrito se acabaría llamando Pedro en el Madrid? Cuando Messi nos asombra con su "sin el equipo no sería posible" -no siendo su caso-, nos damos cuenta de que el mérito está en la idea.


El Bernabéu no tiene paciencia, Florentino tiene dinero. Si las cosas no funcionan cortamos un par de cabezas, dibujamos unos cuantos ceros y probamos suerte. Parece que este año tampoco acertarán.


Porque Cesc acabará jugando en el Barça. Y he aquí la paradoja: no necesita al mejor jugador del mercado madridista. A pesar de que la temporada es larga, no es bueno tener a jugadores de este nivel (la palabra adecuada es caché) en el banquillo. Además, implicaría la marcha de Thiago, un jugador que, tras su primera temporada en el equipo, promete más que Xavi. Y se puede convertir en un nuevo caso Cesc.


Es el actual capricho de Pep. Su marcha fue polémica, y un equipo que presume de cantera va a hacer un negocio redondo. Con Begiristáin quizá Thiago tuviera posibilidades, pero, tal como están las cosas, el Barça se está arriesgando a que la confirmación de una pésima operación se convierta en el origen de la siguiente.


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